Recuerdo a mis padres, que marcharon
a un lugar ignoto, incierto…
una huella de amor aquí sellaron,
esto todo lo mitiga el tiempo
En un jardín sembraron cada día,
no contaron inviernos ni veranos
se alegraban al ver que florecía,
que su labor nunca fue en vano
Siempre nos roban lo que mas amamos
ni siquiera sabemos su destino,
aunque sintamos que nos dan la mano
y nos tracen, sin error, nuestro camino
Es una ausencia que desgarra el alma
el dolor te rompe, hasta la fe ciega
es un manto negro que todo lo embarga,
no vemos salida, pero la luz llega
No sabemos nunca donde van los nuestros,
esta incertidumbre produce amargura,
si existe otra vida, si hay sufrimiento,
que se encuentran juntos yo estoy muy segura
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