Cerré los ojos y era invierno
mi cuerpo aterido por el frío,
sensación somnolienta, pero cierto,
indolencia en el mar despierta el río
Se cuela en mi balcón un sol radiante
hace guiños, un cambio que se espera,
rutila su luz, aun vacilante,
augurio que llego la Primavera
Esta vez, no esta plena, algo la aturde,
quizás las hecatombes y las guerras,
pero siempre a la esperanza no sucumbe
porque hay añoranza verdadera
No sabemos tu partida, quien la crea,
siempre fijo, el calendario de tu viaje,
te vistes de color, a tu manera,
muy cerca de la vida, es tu peaje
El cielo, solo tinieblas,
ni las nubes amordazan tu calor,
no dejes tu morada, que es la Tierra
matarías el aroma y colores de una flor
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