jueves, 2 de diciembre de 2010

Vacía


Sólo pido a gritos un confesionario.
Quiero arrodillarme bajo juramento.
Calmar así mi pena y sufrimiento...
Repasarlo todo como en un diario.

Nunca he sido feliz. Hoy lo confieso.
Conformarme siempre fue un fracaso.
Mi camino es un erial vano, desierto.
Si te invade la prisa no habrá descanso.

Yo voy dando mil vueltas como una noria
Me atrapa la vorágine de la vida
Marcando para siempre en mi memoria
Un túnel, largo, oscuro, sin salida.

He sido carnaval y marioneta.
He cambiado de hada a colombina.
Alguien mueve mis hilos, o lo intenta.
Me siento payaso que llorando reía.

Ese amor sublime que cantan los Poetas
Que quieren elevarte más allá del cielo.
Mi corazón es frío, como témpano de hielo,
Pero la puerta continúa abierta.

Va pasando el tiempo y está la rebeldía
Aunque ya se acerca el triste ocaso...
Me gustaría parar con un frenazo
Porque al final mi alma está vacía.



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