lunes, 13 de diciembre de 2010

Mar


¡Qué feliz me hace sentir ese sonido
parecido al tuyo, caracola!
Se escucha a veces lento, otras bravío,
movido por el ritmo de las olas.

Llegas a la orilla y te marchas siempre
Lo bañas todo con tu blanca espuma
Te marchas y vuelves, arrullas la mente
Nos ilusionamos, sin ver tu figura.

Rompen tu camino las petreas rocas
Como las acaricias, florecerá el musgo
Son vigilantes, tienen vida propia
Yo las he pisado, con mis pies desnudos.

Desde donde partes, tú tienes tu reino
Que rige un guerrero, que es el Rey Neptuno
No el de los planetas, que vive en el cielo
Éste es más cercano, pero más profundo.

Posee un harén, que son las sirenas
Que alegran el rumbo de los navegantes
En su canto triste, ahogan sus penas
Si gozan de amor, es sólo un instante.

Qué vale en tu vida, es como un misterio
Nadie ha explorado, cuál es tu riqueza
No me importa nada, que guardes silencio
No me quites nunca, mi mar, tu belleza.

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