martes, 21 de diciembre de 2010

Aurora



Cuando llega la aurora, amanece el día
desde mi balcón oteo un mar inmenso.
Despunta el sol, allá en la lejanía
me dispongo a interpretar sus movimientos.

Su color es azul, cuando está en calma
un azul que se funde con el cielo.
Me transmite sentir paz en mi alma,
me embelesa de amor, y de recuerdos.

Si se tiñe de gris, es que protesta...
Ruge desde el fondo, sale, grita
producto de un dolor, que no hay respuesta,
variando su emoción, está la vida.

Bailando un vals, las olas se desplazan
el ritmo en ocasiones en la cresta miro
con música, yo siento, como se acompasan
escucho el corazón, que aumenta sus latidos.

Necesito hasta tu sal por ser isleña
sin tu aliento, mi mar, no viviría,
quizás mi canto sea de sirena
sin tu imagen, tan hermosa, moriría


No hay comentarios:

Publicar un comentario